Más que Capricho.

Por Viannelys Román
Lucas 18:1-8


Hablar de temas como este, me hacen ser yo. Sí me hacen ser yo, te preguntarás porqué? La respuesta es sencilla: muchas veces soy “caprichosa”. Esto lo sé porque algunas de mis acciones son movidas por este sentimiento. Te cuento que no es una constante en mí, pero me ha pasado muchas veces. Esto puedo ser malo o puede ser bueno. No es que me haya experimentado en caprichos, no vayas a creer eso; sino más bien que he hecho una maestría en insistencia, eso es más que capricho.
Recuerdo una frase que siempre decía mi padre para referirse a mi (él ya no está conmigo, me ha dejado un baúl de recuerdos invaluables) La frase típica de él era: “viannelys, esa muchachita, es mejor que me caiga un panal de avispa y no ella, porque lo que quiere lo consigue”. Y en esencia era cierto. Lo que yo quiera que él me comprara se lo pedía tan insistentemente que lograba que me lo diera. Créeme que tal vez no suene fácil, pero en mi, eso era tan común que podía sentarme a rogarle a papi hasta conseguir lo que quería. Ciertamente en nuestras vidas tenemos esa oportunidad de estar delante de nuestro padre celestial para pedirle lo que queremos, anhelamos o necesitamos. Yo he experimentado el privilegio de pedirle a Dios cosas con tanta pasión e insistencia que me las ha dado. Si estás pasando por cualquier necesidad, imperante o no, ve delante de tu padre y pídele con fe, y no dudes ni un segundo. Hazte de cuenta que estas delante de tu padre terrenal y te aseguro que hasta las cosas mínimas él te las dará. Las peticiones más ínfimas las contestará. Hay cosas en ti que son más que caprichos, son una necesidad, y si permaneces sin desmayar delante de la presencia del que es Justo, tengo la certeza que el concederá tu petición. No dejes de orar, no desmayes, porque Dios es fiel a sus promesas.

Feedback¿Cuál ha sido tu aptitud al orar?¿Qué tan insistente y persistente eres cuando oras?
¿Piensas conseguir lo que te propones pedirle a ti padre celestial?Encuentro al límitePadre Celestial estoy delante de tu presencia para presentarte esta petición. Sabes cuanto lo anhelo. Te pido que por tus promesas me conceda este deseo de mi corazón. En el nombre de Jesús, Amén.